La Prensa: La Cámara de Representantes rechaza la amnistía para los dreamers
La aprobación de una enmienda en la cámara baja para rechazar la política del presidente Barack Obama de poner fin a la deportación de cientos de miles de inmigrantes que llegaron a Estados Unidos sin permiso cuando eran niños fue calificada el jueves por la Casa Blanca como “contraria a los valores y principios de nuestro país” y por activistas como “antilatina”.
La enmienda fue auspiciada por el representante Steve King y según un comunicado de la Casa Blanca es una iniciativa que “le pide a los agentes de cumplimiento del orden que trate a los rearmes de la misma manera a la que tratarían a los criminales violentos. Eso está mal. No refleja quiénes somos. Y no llegará a ser ley”.
La decisión adoptada por la cámara baja el jueves con votación 224-201 como parte de su trabajo sobre el proyecto de gastos del Departamento de Seguridad Nacional, dejó en evidencia los importantes obstáculos que deberá superar la reforma migratoria antes de que el presidente Barack Obama pueda darle el ejecútese.
El republicano Steve King, patrocinador de una enmienda a ese programa, se opone firmemente a un relajamiento en las leyes que regulan la inmigración en Estados Unidos. Dijo que cualquier cambio en las políticas estadounidenses debería ser implementado por el Congreso, no orquestado por el mandatario.
“Sin importar lo que la gente piense sobre la política de inmigración inminente aquí en Estados Unidos, no podemos permitir que la rama del poder ejecutivo usurpe la autoridad legislativa del Congreso” del país, afirmó King durante un debate el jueves por la noche. “Si permitimos que eso ocurra en la inmigración, podría ocurrir en cualquier cosa”.
La medida en la cámara baja busca acabar con la suspensión de deportaciones a inmigrantes menores de 30 años traídos de manera no autorizada durante su niñez a Estados Unidos y que cumplan con algunos requisitos —conocidos como Dreamers_, que el gobierno estadounidense adoptó en 2012.
La posibilidad de que estos jóvenes obtengan la posibilidad de naturalizarse es uno de los elementos con respaldo más generalizado en el debate de la reforma migratoria, y por ello numerosos activistas expresaron duras críticas a los representantes republicanos que votaron el jueves a favor de la medida.
Reacción del Inland
Los representantes republicanos del Inland Gary Miller, Ken Calvert, Duncan Hunter y Paul Cook votaron por la enmienda. Los representantes demócratas Mark Takano, Raúl Ruiz y Gloria Negrete McLeod votaron en contra.
Miller esta en blanco por los demócratas en las elecciones de 2014, y el Comité de Campaña Demócrata del Congreso y el alcalde de Redlands Pete Aguilar -- uno de los opositores demócratas de Miller, el año que viene – emitieron declaraciones criticando Miller por su voto. El distrito de Miller tiene una mayoría latina y asiática-americana, y es probable que la inmigración sea una cuestión clave de la campaña.
La oficina de Miller no respondió cuando se le pidió que una cometario.
Esta fue la primera votación de Miller en un cuestión importante relacionado con la inmigración después que la redistribución de distritos lo puso en un distrito de tendencia demócrata. El pasó de ser un líder de la lucha contra la inmigración en el Congreso para alguien que dijo que estaba dispuesto a considerar una legislación que incluye un camino hacia la ciudadanía.
Los activistas a favor y en contra de un camino a la ciudadanía han cabildeado intensamente Miller y Cook, quien cumple su primer año en el Congreso.
Calvert votó a favor de la enmienda, a pesar de que ha dicho que está abierto a apoyar el DREAM Act.
Takano y Ruiz hicieron declaraciones fuertes en contra de la enmienda.
Takano dijo que al permitir que las deportaciones de los jóvenes cubiertos bajo el programa de Obama, los recursos se desvían de “aquellos que representan un peligro para la seguridad nacional o la seguridad pública”.
Ruiz llamó a la enmienda “juego político en su peor momento y una vergüenza para la institución del Congreso de los Estados Unidos. Esta disposición ideológica inyecta división innecesaria en una propuesta bipartidista y de otro modo fuerte y castiga a cientos de miles de jóvenes soñadores que están en los Estados Unidos por causas ajenas a su propia cuenta y hacen grandes contribuciones a nuestras comunidades y el único país al que llaman hogar“.
Responden los activistas
Frank Sharry, director de America's Voice, señaló que “si bien la iniciativa de la cámara baja nunca se convertirá en ley, es exactamente el mensaje errado. En lugar de enviar el mensaje de 'bienvenido', pone al Partido Republicano en evidencia, una vez más, como anti-inmigrante y anti-Latino”.
Y Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes en Los Angeles, dijo que la decisión de la cámara es más que nada un ataque personal a Obama por haber usado su autoridad ejecutiva para suspender las deportaciones de “dreamers”.
“No creo que sea un voto en contra de la propuesta de reforma migratoria. No creo que la Cámara Baja votaría exactamente de la misma manera si es que se tratara de la reforma”, explicó.
La directora de política interna de la casa Blanca, Cecilia Muñoz, advirtió el jueves que no teme a un debate complicado sobre la reforma migratoria en el Congreso aunque admitió que la senda no será fácil especialmente en la Cámara baja.
El pleno del Senado celebrará el martes la primera votación a un proyecto de ley integral aprobado el mes pasado con un sólido voto bipartidista de senadores de la Comisión Judicial del Senado, el cual otorgaría un camino a la ciudadanía a millones de inmigrantes que viven en Estados Unidos de manera ilegal.
En la cámara baja controlada por republicanos, un grupo bipartidista de ocho representantes aún no ha presentado su versión de una reforma integral pese a que negocia de manera interrumpida desde 2009 a puertas cerradas.
Pero el presidente de la comisión judicial, el republicano por Virginia Bob Goodlatte, ha presentado varios proyectos de ley por separado.
Pese a la votación ocurrida el jueves, la Casa Blanca exhortó al liderazgo republicano en la cámara baja a abordar la reforma migratoria antes del receso veraniego para que pueda conciliar su versión con la del Senado cuando el Congreso reanude sus actividades otoñales el 9 de septiembre.
Muñoz, dijo a reporteros de medios hispanoparlantes que “es realmente importante que el Senado termine su proyecto de ley antes del receso del 4 de julio, y estamos en buena posición para que ello ocurra. Creo que es importante que la cámara baja actúe antes del receso de Agosto. Si esas dos cosas ocurren, estamos bien”.
“Si la cámara baja actúa antes del receso de agosto, esperaríamos ver negociaciones preliminares en agosto y ello serviría el escenario para una sesión formaI de conciliación bicameral en septiembre”, agregó.
Antes del 4 de julio
El jefe de la bancada demócrata en el Senado Harry Reid dijo el jueves que “vamos a terminar este proyecto de ley antes del receso del 4 de julio. Necesitamos terminar este proyecto de ley y lo vamos a hacer lo antes posible. No hay razón por la que no podamos terminar este debate rápidamente”.
Muñoz explicó que el presidente de la cámara baja, el republicano por Ohio John Boehner, tiene varias opciones para abordar la reforma migratoria, las cuales incluyen la versión del Senado, una versión que produzca el grupo bipartidista, los proyectos de ley presentados por Goodlatte u otro presentado en la comisión de seguridad nacional.
“Cualquiera de estos proyectos de ley son conciliables con la versión del Senado”, señaló.
Boehner ha expresado públicamente su disposición a considerar una reforma después de que Obama resultara reelegido en noviembre con el 70% del voto hispano, pero no ha dicho cómo planea proceder.
Muñoz restó importancia a que el republicano por Idaho Raúl Labrador anunciara la víspera que abandona el grupo bipartidista en la cámara baja, diciendo que “un grupo bipartidista de siete miembros es un grupo bipartidista y si llegan a un acuerdo sería un logro significativo”.
El grupo de los siete en la cámara baja lo conforman los demócratas Luis Gutiérrez (Illinois), Zoe Logfren (California), Xavier Becerra (California) y John Karmuth (Kentucky) y los republicanos Mario Diaz-Balart (Florida), John Carter, y Sam Johnson, ambos por Texas.